El comercio colombiano esta evolucionando, con tan solo un clic de computador o teléfono inteligente

Firmas colombianas ya están en las grandes ligas de compra y venta de productos y servicios que están revolucionando  el comercio como nunca antes. 

En Colombia ya hay varios ejemplos de éxito. Rappi es una empresa nueva creada por dos caleños y un bogotano hace apenas 3 años. La firma tiene presencia en 4 ciudades de México y su último desembarco es São Paulo, Brasil.

Comprar o vender un producto o servicio nunca antes fue tan sencillo. No importa si se trata de un apartamento, un carro o un par de tenis usados. Todo se vende y a tan solo un clic de computador o teléfono inteligente. Esta revolución, la cual se baso de Amazon, en Estados Unidos, está llevando a muchos emprendedores colombianos a lograr el éxito con poderosas aplicaciones cada vez más descargadas y usadas.

¿Qué hace tan exitosa esta nueva industria que le está cambiando la cara al comercio tradicional? Básicamente las características que identifican a nuestra sociedad actual:  los cambios climáticos, el trafico pesado en las grandes ciudades y la falta de tiempo de las personas para realizar sus compras, es la principal ideología para que este tipo de negocios surjan.

La oferta de servicios y productos de esta empresa sobrepasa el ya habitual domicilio de comidas rápidas  o la venta de un artículo a través de una plataforma de internet. En horas pico se produce un pedido cada tres segundos. La aplicación tiene una opción en donde se puede pedir casi cualquier cosa con cargo a su tarjeta de crédito, desde flores para la tía que está de cumpleaños en Barranquilla, hasta el mercado de la casa, incluyendo el aguacate para la ensalada.

La plataforma tiene colaboradores ubicada en los grandes comercios, plazas de mercado, entre otros sitios y es así como facilitan las compras de las personas que están frente a un computador o teléfono inteligente. En otras palabras, el denominado personal shopper se baja de estrato, se universaliza. Por ejemplo, si usted quiere comprar una camisa para su padre y no tiene tiempo de ir a un almacén, uno de los rapitenderos (personas que aceptan realizar un servicio lanzado por la aplicación de Rappi y que generalmente van en bicicleta o moto, pero no son empleados de la empresa) hace todo por usted. “El cliente puede mandar la referencia o la foto del producto que chequeó por internet, pero también existe un chat en tiempo real para que entre el rapitendero y el cliente escojan el producto apropiado. Eso es revolucionario y no existía en Colombia”, dijo Simón Borrero, fundador y presidente de la empresa.

Según el fundador, en una jornada de 8 horas un rapitendero se puede hacer un salario mensual de $1,8 millones, pero eso depende del número de reservas que tome desde su celular o tableta. El negocio de Rappi es similar al de Uber, recibe una comisión por cada servicio prestado.

“Cuando iniciamos el negocio nos dimos cuenta de que la gente se fijaba más en el precio bajo que en la rapidez con que llevábamos los productos. Por ello, a finales de 2016 centramos nuestro modelo de negocio en el ahorro. Pero, antes de eso, tuvimos que negociar arduamente y durante 6 meses con los proveedores, que en la mayoría de los casos no sabían lo que era el comercio electrónico”, explica Felipe Rincón, director de mercadeo de Merqueo.

 

 

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